9 de la mañana. El parking de Malga Ciapela está casi vacío. Tomamos el primer teleférico, que nos llevará desde los 1.450m hasta los 3.265m en el refugio de Punta Rocca. Son 30€ ida y vuelta, pero merece la pena.
Allí arriba, en la terraza del refugio, hay 4ºC, pero estoy en manga corta. El espectáculo que se divisa desde ese privilegiado mirador hace que me olvide del frío y de todo. Mires donde mires se pierde la vista montaña tras montaña. Con un cielo raso y sol radiante aún bajo, los profundos valles permanecen oscuros con la luz comenzando a inundarlos. Una pasada. Quiero que te fijes en la grieta del glaciar, y para que te hagas una idea de su tamaño mira la máquina de orugas roja que hay a la izquierda. No es el glaciar más grande que he visto, pero es igualmente impresionante. Habrá que bajar ahí a pisar hielo (con mucha precaución....) Mañana seguiré mostrándote panorámicas inabarcables desde el techo de los dolomitas.
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Viajando sin guíasUn blog para viajeros alérgicos a las colas y los souvenirs. Si te gusta viajar barato y conocer a fondo las ciudades, este es tu blog. Pedro FerrerViajero, fotógrafo, senderista, buceador y aficionado a la cerveza. Categorías
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Marzo 2020
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