Año Nuevo. Ya te has levantado, con un poquito de resaca y mucho sueño. Desayunas algo rico y dulce que sobró de la Nochevieja, "Conectas" con el palacio de la ópera de Viena y pasas la mañana al compás de polkas, valses y demás composiciones de los hermanos Strauss.
Es la hora de comer. Es la hora de los saltos de esquí. No sigues el deporte en todo el año, ni tienes idea de quién compite, pero es tradición contemplar ese enorme trampolín helado de Garmish-Partenkirchen, en Alemania. No estamos allí, pero sí muy cerca, en uno de los cuatro trampolines que forman el torneo. El Bergisel Schanze de Innsbruck. Diseñado por Zaha Hadid, una de mis arquitectas favoritas, subir a la torre y mirar esa pista que tienes allí abajo. Imaginar lanzarte con unos esquíes a toda velocidad y volar más de cien metros..... bufff. Impresiona. En este lugar llevan cien años saltando, y tiene una particularidad que lo hace único. Fíjate la vista que tienen los saltadores cuando vuelan........ directos al "cielo".
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Hoy quiero enseñaros otro rincón escondido de Roma que seguro que la mayoría de los turistas que acuden a la ciudad eterna no han tenido el placer de visitar, bien por falta de tiempo, o simplemente por desconocimiento.
El Quartiere Coppedè, alejado del ajetreo de la gran ciudad, totalmente ajeno a los miles de turistas, te transporta a un mundo de fantasía, como en los decorados de un parque de atracciones de la Disney, pero mucho más real. Al Norte de la ciudad, más arriba del parque de la Villa Borghese, se concentran alrededor de la pequeña plaza Mincio un total de 18 palacetes y 27 edificios residenciales formando un barrio con una identidad única, con estilos arquitectónicos muy dispares pero con un nexo común: su genial autor, el arquitecto y escultor Gino Coppedè. En el año 1915 una promotora encarga al arquitecto el diseño de este conjunto arquitectónico, y el artista proyecta un amalgama de estilos, principalmente art-decó, pero también inspirados en la Roma clásica, liberty, incluso barroco. En este complejo no hay dos edificios iguales, y pasear por sus calles es una experiencia que me alegro de haber podido disfrutar. Los elementos más sobresalientes son los tres edificios en torno a la plaza Mincio, destacando especialmente la preciosa Villa de las hadas (Villini delle Fate), construida en 1920. Gino Coppedé trabajó en este proyecto hasta su muerte en 1927, aún sin haber finalizado la construcción de todo el complejo. Paolo Emilio Andrè acabó las obras pendientes. En otras tomas de esta serie podeis ver la entrada principal al barrio, atravesando un arco que une dos edificios y nos invita a entrar en ese mundo imaginario, lleno de detalles. Al pasar bajo el arco encontramos una enorme lámpara de hierro forjado, y al final de la pequeña calle llegamos a la Piazza Mincio, y en su centro la Fuente de las ranas, de 1924. El resto del barrio no es tan llamativo como esta parte, pero sólo con estos 5 edificios merece la pena subir hasta allí. Espero que os haya gustado tanto como a mi, aunque las fotografías no tienen calidad porque la luz que tenía era muy mala y no he sabido resolverlo muy bien, pero como documento gráfico creo que es suficientemente descriptivo. Si visitáis Roma y os apetece ver algo diferente a lo típico, sólo indicaros que la parada de metro es EUR Magliana. En la guía de viajes de El Pais Aguilar que llevaba me indicaba otras dos estaciones EUR, que están más al Sur, y fotográficamente no había nada interesante, además de ser una zona con un ambiente sospechoso, yo diría que incluso peligroso a ciertas horas, aunque esté lleno de edificios gubernamentales y oficinas. Mejor a plena luz del día y sin alejarse mucho de la boca del metro....
Aún así, me alegro de haber llegado hasta allí y haber visto este edificio. "Una nación de poetas, artistas, héroes, santos, pensadores, científicos, navegantes y emigrantes". Así reza en lo alto de cada una de las cuatro fachadas de este coliseo cuadrado construido como emblema de la zona EUR, un conjunto de edificios que el dictador Benito Mussolini mandó construir al sur de Roma con el objeto de celebrar una exposición universal mostrando al mundo los valores del entonces poderoso movimiento fascista en Europa. En el proyecto original se contemplaba la construcción de varios museos y palacios, empleando en todos ellos una arquitectura magnificente y con lineas simples. Tal exposición nunca se celebró, y hoy día los edificios circundantes están ocupados por la administración pública, y este icono se encuentra en rehabilitación y cerrado al público. Conocido como Palacio de la Civilización Romana, Palacio en honor al Trabajo, o Coliseo cuadrado, Mussolini encargó el diseño a los arquitectos Giovanni Guerrini, Ernesto Bruno La Padula y Mario Romano, y la costó 5 años completarlo, desde 1938 a 1943, aunque se inauguró en 1940 (supongo que "el duche" tendría prisa). Un prisma de 50 metros de altura situado sobre una base cuadrada de 18 metros de altura (podium) hasta completar los 68 metros del conjunto, con seis plantas y nueve arcos en cada fachada, revestido de mármol travertino, más 28 estatuas de 3,5 metros de altura alrededor del edificio, frente a los arcos, y cuatro esculturas aún más grandes, en mármol de Carrara, representando figuras ecuestres inspiradas en dioses griegos situados en las cuatro esquinas del podio. El edificio, según he leído, comenzó a ser rehabilitado en el año 2003, y se encontraba en obras, de modo que las fotografías tuve que tomarlas desde el exterior, una lástima. Os dejo con distintos encuadres. Fijaos en el tamaño del edificio, las estatuas que veis al pie miden casi cuatro metros de altura... Os voy a llevar a un lugar que muy pocos turistas visitan cuando viajan a Roma, aunque parezca mentira.
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Viajando sin guíasUn blog para viajeros alérgicos a las colas y los souvenirs. Si te gusta viajar barato y conocer a fondo las ciudades, este es tu blog. Pedro FerrerViajero, fotógrafo, senderista, buceador y aficionado a la cerveza. Categorías
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Marzo 2020
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