Como todos los días, madrugón y parada en Caprile a comprar el pan. Las chicas ya se han "soltado" con el italiano y hecho migas con la panadera, que les vende además de los panes para bocatas unos "cuscurrinis" de aperitivo.. Hoy la atracción "fuerte" es la Marmolada, techo de los dolomitas. El primer teleférico sube a las nueve, pero de camino vamos a visitar un bonito rincón.
Antes de las ocho de la mañana llegamos a Sottoguda. Típico pueblecito alpino, con sus casitas de madera, balconadas repletas de flores, todo de postal. Os habéis fijado cómo cuidan el aspecto de sus casas?. Hasta las leñeras para el invierno tienen los troncos y astillas cortados exactamente iguales, y colocados con precisión alemana y estética italiana. En las primeras casas del pueblo varios forjateros exponen sus obras en el exterior. Espectaculares forjas de aves, dragones, muy originales. El estrecho Serrai de Sottoguda, con apenas un par de kilómetros de longitud, es un paseo que no debes perderte. Y si además madrugas como nosotros, podrás hacerlo en silencio y tranquilidad, sin pagar entrada, sin trenecito turístico ni hordas de japoneses. En sus paredes, en invierno, se forman unas espectaculares cascadas de hielo, delicia de los escaladores, que no podemos contemplar con este tiempo primaveral que tenemos. Ida y vuelta por el mismo camino no te llevará más de media hora, caminando entre esas estrechas paredes, con el sonido del pequeño río que discurre a tu lado. Juegos de luces y sombras a esas primeras horas de la mañana (difícil luz para la fotografía) y vuelta al pueblín que poco a poco va despertando. Vamonos, La marmolada nos espera.
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Viajando sin guíasUn blog para viajeros alérgicos a las colas y los souvenirs. Si te gusta viajar barato y conocer a fondo las ciudades, este es tu blog. Pedro FerrerViajero, fotógrafo, senderista, buceador y aficionado a la cerveza. Categorías
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Marzo 2020
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