Con restos de nieve en las orillas, el pueblo de montaña de Imlil huele a manzanas frescas. Una de las actividades que ocupan a sus habitantes (además de atender a los montañeros y turistas que ascienden hacia el Toubkal, techo del Atlas con más de 4000m) es la recolección de manzanas. Por todas partes se ven apiladas cientos de cajas de madera que aún desprenden un intenso olor a las manzanas verdes que ahora almacenan y clasifican en el interior de sus locales.
Atravesamos el pueblo por una empinada calle y al llegar al final disfrutamos de unas espectaculares vistas hacia el pueblo bereber de Aroumd (1900 habitantes y 1900 metros de altitud, vaya coincidencia). En todo el valle los poblados colgados en las laderas con los sobresalientes minaretes y esas fachadas de adobe rojizo iluminadas por un sol radiante. Me llamaron la atención los negocios de guía de montaña, donde además de llevarte hasta el Toubkal andando o en mula,. te alquilan todo tipo de material deportivo de montaña, INCLUIDAS LAS BOTAS!!!!!. Había un montón de pares de botas (usadas y llenas de barro) a disposición de los clientes. Dicen que los europeos cuando bajan se las regalan a los guías, y ellos las ofrecen a otros que no dispongan del equipo adecuado. No tenemos tiempo para mas, debemos dejar Imlil. Una última mirada hacia las cumbres nevadas a lo lejos y de vuelta a la furgo con nuestro chófer Najim. Nos vamos al valle de Ourika.
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En un sólo día, si contratas un conductor privado, puedes visitar dos o tres valles de la falda oeste del Atlas. Nosotros optamos por subir primero al valle de Asni hasta el pueblo de Imlil, aldea de montaña base de la ascensión al Toubkal, cumbre de más de 4000 metros. Desde la inmensa llanura de Marrakech, ascender por este valle es una experiencia muy recomendable. Observar cómo va cambiando el paisaje, con una carretera cada vez más sinuosa y empinada, el valle estrechándose, los pueblos bereber colgados de las escarpadas laderas, los ocres de la tierra y la abundante alfarería local contrastando con los verdes de una vegetación de montaña, y allá arriba, en la cordillera, las nieves perpetuas del Atlas. Fotográficamente no fue muy provechosa, con cielo despejado y un sol de frente todo el camino hasta Imlil, pero con estas fotos te puedes hacer una idea de cómo es el valle de Asni, desde Tahnaout hasta Imlil. |
Viajando sin guíasUn blog para viajeros alérgicos a las colas y los souvenirs. Si te gusta viajar barato y conocer a fondo las ciudades, este es tu blog. Pedro FerrerViajero, fotógrafo, senderista, buceador y aficionado a la cerveza. Categorías
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Marzo 2020
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