Soy un tipo afortunado. Disfruto mucho viajando, y me gusta por igual caminar en la montaña que patearme una gran ciudad.
Ciudades como Venecia pueden ser un pozo sin fondo si acudes a todos los reclamos: tiendas, museos, espectáculos, monumentos, atracciones, transportes, gastronomía. Dinero y más dinero. Sin duda en esos lugares con pasta se sacas todo el "jugo" a la ciudad, pero la esencia de las ciudades está en las calles, y callejear afortunadamente es gratis. En nuestra visita relámpago a la ciudad de los canales no pagamos ninguna entrada. No hubo visitas a palacios e iglesias, ni museos. Nada. 20 euros en el pase diario de vaporetto para poder recorrerlo todo con rapidez y cruzar a las islas aisladas, unas tapas y vinos en los baccari del barrio Rialto y un helado. Eso fue todo. No eché de menos las actividades "de pago". Callejeo, observando los canales, los edificios, la fauna... no hace falta mas. No te voy a enseñar postales de Venecia como las dos de hoy, pero tengo algunas callejeras que me gustan mucho, y las iré publicando poco a poco en facebook. Me quedan ya pocas fotos del viaje. Alguna callejera y arquitectura de Milán, Lagos del norte y Bérgamo, pero el post-viaje ya va tocando a su fin. Mi cabeza ya está en el siguiente: Marrakech y el Atlas. Ya te contaré.
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Una isla de tan sólo 7000 habitantes que en su día decidieron pintar sus fachadas de vivos colores. Con los pequeños canales atravesando sus casas, algún puentuco de vez en cuando, reflejos, barquitos, esos tendales con ropas, y los colores, toda la gama pantone en casitas. Una gozada para los aficionados a la fotografía.
No has estado nunca en Venecia?
Entonces seguro que te suena Murano. El cristal que se funde en esa islita es muy famoso. Casi tanto como el precio de un café en la plaza de San Marcos. Pues bien. Olvídate de Murano. Es una isla pequeña, fea, donde sólo varios cristaleros ofrecen productos a los turistas. Es una isla gris, sucia y llena de turistas que deambulan entre los puestos de cristales, los mismos que puedes comprar en cualquier otro sitio de Venecia. La mayoría de los turistas en visita relámpago no llegan más allá. Cuando llegamos a Murano, el vaporetto se quedó prácticamente vacío. Nuestro destino: BURANO. Amigo, esto es otra cosa. Madrugando te evitas a casi toda la masa. Los tour operadores no madrugan, y los guiris por libre suelen quedarse embobados en el puente Rialto desde primera hora. Esta pequeña isla al norte de la laguna de Venecia, a una media hora de San Marcos, es un espectáculo de color y rincones pintorescos. Menos castigada por el turismo, un paseo por sus callejuelas y canales te permite ver a los paisanos en su quehacer diario, ajenos a cámaras y excursiones de japoneses. Te dejo con unas cuantas fachadas, a cual más colorida, y mañana te enseñaré mas. No dejes de visitar Burano, con B. Vamos a conocer Venecia. Si llegas en coche como es nuestro caso (bajamos de los dolomitas esta mañana en apenas dos horas de viaje por autopista) lo primero que necesitas es aparcar el coche, y después encontrar un medio de transporte para moverte por la ciudad.
La mejor opción para una visita rápida de un día como la nuestra, es sacar un pase diario que incluye parking 24h y viajes ilimitados en los vaporettos por toda la laguna. En esta página tienes toda la información: www.veneziaunica.it/es/content/como-funciona Básicamente es una tarjeta turística que puedes ir cargando con distintos servicios en función de tus necesidades (parking, transporte, entradas a museos, etc.) Nosotros dejamos la furgoneta de alquiler por 26€ todo el día y el pase de 24h en vaporettos por 20€ por persona. Hay muchos medios de transporte acuáticos, desde el paddle surf con guía por los canales, pasando por las inevitables góndolas, pequeños barcos rápidos que funcionan como taxis o puedes alquilar si tienes titulación y te atreves, o los vaporettos municipales, muy numerosos, rápidos y eficientes, la mejor opción para verlo todo sin perder mucho tiempo. Te dejo con unas fotucas de vehículos y de paso vas viendo Venecia. El último de todos (ese pedazo de crucero) es uno de los responsables de la masificación de este destino turístico. Cuando llegamos contamos cuatro monstruos como este (unos 4000 pasajeros cada uno) atracados en el puerto. Por suerte no madrugan y los encontramos a mediodía cuando ya habíamos disfrutado de unos paseos estupendos con muy poca gente. El resto de la tarde ya no nos libramos de ellos. |
Viajando sin guíasUn blog para viajeros alérgicos a las colas y los souvenirs. Si te gusta viajar barato y conocer a fondo las ciudades, este es tu blog. Pedro FerrerViajero, fotógrafo, senderista, buceador y aficionado a la cerveza. Categorías
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Marzo 2020
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