Si viajas a Marrakech, no puedes dejar de visitar la cercana cordillera del Atlas. Desde los tejados de la medina, a lo lejos se divisa majestuosa su silueta, con cumbres de nieve perpetua, las más elevadas del norte de África. Todos los negocios de turismo ofrecen excursiones de un día, pero, eh, esto es viajando sin guías, y esas excursiones me dan alergia. Ir en rebaño a ver cosas "típicas"en visita relámpago con todo estudiado, paradas programadas (aquí foto, aquí la tienda del colega que paga comisión, el restaurante igual, charla vacía repetida como un loro en siete idiomas..... Eso no es para mí. Estamos en Marruecos, un país con mano de obra barata, y te puedes permitir el "lujo" de alquilar un coche con conductor y hacer el itinerario a tu aire, marcando los tiempos, las paradas, etc. También podrías alquilar un coche para tener más libertad, pero por el precio de un chófer a tu servicio no merece la pena y te evitas riesgos. Había leído que alquilar un "grand taxi" es la opción más económica, pero hicimos un tiento y el precio convenido no era muy ventajoso. Finalmente a través del Riad conseguimos una oferta aún mejor que el taxista, y nos decidimos por esa opción. Una jornada completa con chófer a nuestra entera disposición por 700 dirhams cada uno, unos 60€. En Marruecos la gente no está nadando en dinero, y se tienen que buscar la vida como pueden. Me resultó curioso ver cómo se distribuyen la pasta de los turistas. Al intermediario del Riad le dimos 300 dirhams (la comisión del dueño del riad) A la mañana siguiente un chavalillo vino a recogernos al riad y nos acompañó hasta un lado de la plaza de Jemáa el Fna (se llevo sus monedas seguro). Al "capo" en la plaza le pagamos el resto.Tenía allí a unos seis u ocho conductores con sus furgos de 9 plazas. De la billetada que tenía en la mano le dió una parte al chófer y nos pidió que le acompañáramos. En el camino, el chófer nos llevó por el itinerario que yo había marcado previamente, pero hizo varias paradas "estratégicas"; una parada con vistas en Tahnaout (casualmente había allí un bereber encantador de serpientes y otro vendiendo plata y baratijas), un té de menta en una típica casa bereber (con pago al abuelo de la familia bereber del té y la voluntad), unos camellos casualmente apostados junto a la carretera para darse una vuelta o hacer unas fotos, una visita "gratuita" a una cooperativa de mujeres fabricantes de aceite de argán con degustación, explicación, tienda y propina voluntaria, comida en restaurante típico de las montañas del Atlas (donde nos esperaba nuestro chófer Najim después de la ruta a las cascadas) para comer, y hasta una visita a un taller de alfarería que no pudimos visitar por falta de tiempo. Todos ellos, del primero al último, se llevan su parte del pastel, 120€ que unos turistas españoles se gastan caprichosamente para satisfacer su curiosidad y alma aventurera. En próximos días seguiré contándote con detalle ese día de montaña.
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Viajando sin guíasUn blog para viajeros alérgicos a las colas y los souvenirs. Si te gusta viajar barato y conocer a fondo las ciudades, este es tu blog. Pedro FerrerViajero, fotógrafo, senderista, buceador y aficionado a la cerveza. Categorías
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Marzo 2020
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